Preoperatorio:
Identificar el tipo de
dispositivo: Lo ideal sería contar con el informe del cardiólogo con las
especificaciones y programación, pero de no ser posible una radiografía de
tórax es muy útil.
Marcapasos (MP):
Pueden tener uno o dos cables y son los dispositivos más frecuentes.
Clasificación de los
marcapasos según el modo de estimulación de:
1.
Cámara estimulada
|
2.
Cámara detectada
|
3.
Respuesta a la detección
|
4.
Programabilidad
|
5.
Función antitaquicardia
|
O
Ninguna
|
O
Ninguna
|
O
Ninguna
|
O
Ninguna
|
O
Ninguna
|
A
Aurícula
|
A
Aurícula
|
T
Estimula
|
P
Programable
|
P
Marcapasos
|
V
Ventrículo
|
V
Ventrículo
|
I
Inhibe
|
M
Multiprogramable
|
S
Choque
|
D
Ambos
|
D
Ambos
|
D
estimula
e inhibe
|
C
Telemetría
bidireccional
|
D
Doble
(S+P)
|
R
Frecuencia
autovariable
|
Desfibrilador automático
implantable (DAI): Al igual que los MP pueden tener uno
o dos cables pero su diferencia principal es la presencia de una bovina en el
cable ventricular en la que se almacena la energía para producir la descarga
eléctrica de la terapia antiarrítmica. Esta bovina es radiopaca y se identifica
fácil en la radiografía
Resincronizador (RCT):
Presenta 3 cables y uno de ellos se dirige al seno coronario.
Valorar la dependencia del
paciente: En el caso del MP se puede realizar observando un EKG, si la
mayoría de los complejos van precedidos de espigas el paciente será dependiente.
Si por el contrario ninguno o muy pocos complejos van precedidos de espiga el
paciente no es dependiente. Con respecto al DAI y al RCT es más difícil
valorarlo sin la interrogación del dispositivo por un cardiólogo por lo que
deberemos asumir que el paciente es dependiente si esta valoración no es
posible. Algunos pacientes son capaces de percibir cuando el DAI produce una
descarga, a estos pacientes se les puede preguntar cuando ha sido la última
descarga y con qué frecuencia las ha precisado.
Precisar fecha de la
última revisión: Las guías recomiendan la valoración del dispositivo previo a
la cirugía en el último año en el caso de MP y en los últimos 6 meses en el
caso de DAI.
Intraoperatorio:
La principal causa de
interferencia del DECI es el bisturí eléctrico monopolar (el bipolar prácticamente
no interfiere). Se debe colocar la placa en la piel del paciente lo más alejado
del dispositivo que se pueda y además el dispositivo no debe quedar entre el
sitio donde se aplicará el bisturí y esta placa, es decir en la medida de lo
posible no debe quedar dentro del circuito eléctrico.
La distancia mínima para
evitar la aparición de interferencia son 16 cm entre el bisturí y el generador.
Si el bisturí se aplicara a > 16 cm del generador en teoría no es necesario
aplicar el imán, si es menor el imán puede ser necesario. El uso de ráfagas cortas (< 5 seg) disminuye el riesgo de interferencia.
El uso del imán en un MP lo
reconfigura a modo asincrónico, es decir, hace que el MP vaya a una frecuencia
fija (varía dependiendo de la casa comercial y la vida de la batería) ignorando
posibles latidos espontáneos del paciente. Por esta razón si el paciente no es
dependiente del MP, aun habiendo interferencia lo más probable es que no se
requiera el uso del imán. Por el contrario si el paciente es dependiente, el
uso del imán en caso de interferencia, es imprescindible. En cirugías por
debajo del ombligo no se recomienda el uso del imán de forma rutinaria.
En el caso del DAI/RCT el
uso del imán solo desactiva la terapia antitaquicardia y la resincronización
respectivamente, pero no suele afectar la función del MP. Al ser estos
dispositivos más complejos siempre es recomendable la valoración y
reconfiguración de los mismos previo a la cirugía por parte de cardiología.
Si se desactiva la terapia
antitaquicardia (por el imán o por cardiología) es necesario contar con un
desfibrilador durante el tiempo que esté desactivado preferiblemente con los
electrodos colocados en el paciente en posición anteroposterior.
Postoperatorio:
Retirar el imán del MP
devuelve el dispositivo a su configuración habitual, y en el caso del DAI y
RCT, reactivas sus respectivas terapias.
Sin embargo se recomienda
la valoración por cardiología en el caso de DAI/RCT en el postoperatorio antes
del alta del paciente de la URPA/REA para confirmar su adecuado funcionamiento
antes de que el paciente deje de contar con monitorización estrecha y la
presencia de un desfibrilador externo.
En resumen:
Preoperatorio:
- Identificar siempre que sea
posible tipo de DECI, programación y dependencia del paciente
- Preferiblemente valoración
preoperatoria por equipo del DECI y en su defecto por cardiólogo
Intraoperatorio:
- Contar en quirófano con imán y
desfibrilador externo, (almohadillas colocadas en posición AP
- Paciente portador de MP: si
es dependiente colocar imán para pasar a asincrónico en cirugía por encima del
ombligo o si se observa EMI importante. Si el paciente no es dependiente tener
imán cerca.
- Paciente portador de DAI: Colocar
imán para desactivar terapia antiarrítmica (ojo: el imán no genera asincronía
en los DAI)
Postoperatorio:
- Retirar imán si fue colocado
para regresar a la programación normal del dispositivo
- Mantener electrodos en el
paciente así como mantener a mano el desfibrilador externo y el imán
- Evaluación por cardiología
del dispositivo antes de que el paciente sea dado de alta de REA
Bibliografía:
- Gallagher MD, David Hayes MD, Jane EH. Practice advisory for the perioperative management of patients with cardiac implantable electronic devices: pacemakers and implantable cardioverter-defibrillators. Anesthesiology. 2011 Feb;114(2):247.
- Poveda-Jaramillo R, Castro-Arias HD, Vallejo-Zarate C, Ramos-Hurtado LF. Manejo perioperatorio de los pacientes con dispositivos cardíacos electrónicos implantables. Revista Española de Anestesiología y Reanimación. 2017 May 1;64(5):286-93.
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