El cuerpo carotídeo es un grupo de células
quimiorreceptoras ubicadas en la bifurcación de la carótida. Detectan caídas en
la PO2, hipercapnia acidosis, en cuyo
caso aumenta la frecuencia respiratoria y el tono simpático.
La neoplasia de la glándula es rara y tiene un porcentaje
de malignización de 5-7%. Los tumores benignos son más comunes en pacientes
entre 40-70 años de edad mientras que
los malignos son más frecuentes en pacientes jóvenes.
La clasificación de Shamblin divide a los tumores en tres tipos:
Tipo 1: la carótida está involucrada mínimamente (26% de los casos), este es el tipo más fácil de resecar;
Tipo 2: la carótida interna está parcialmente rodeada de tumor (40% de los casos);
Tipo 3: (27%) la invasión es tan grave que la resección no es posible en cuyo caso hay que resecar la carótida.
Tumores secretores:
Antecedentes de HTA,
taquicardia, sudoración, arritmias etc sugieren la presencia de un tumor
secretor de catecolaminas (1-3% de los casos), en cuyo caso se debe preparar al
paciente previo a la cirugía con un abordaje similar al del feocromocitoma. Es habitual embolizar
el tumor previo a la intervención para reducir el sangrado y el tamaño del
mismo.
La técnica anestésica de elección es la general, que puede ser complementada con bloqueos cervicales (en tumores secretores la estimulación con la aguja puede desencadenar liberación de catecolaminas).
El manejo intraoperatorio es similar al de cualquier otra
cirugía de carótida requiriendo monitorización neurológica sobre todo en los casos en los que sea necesario realizar clampaje carotídeo. En nuestro centro usamos la saturación regional de O2 cerebral
(INVOS). Realizando medición basal (paciente en decúbito supino respirando aire ambiente), y procurando durante la cirugía caídas de este valor mayores de un 20%.
El estímulo quirúrgico puede producir bradicardia refleja por la cercanía con el seno carotídeo (barorreceptor ubicado en la carótida interna encargado de disminuir TA y FC), infiltrar el lecho quirúrgico con lidocaína al 2% puede evitar esta respuesta como en la cirugía de endarterectomía. Si el tumor es secretor es necesario contar con fármacos de acción rápida para controlar cambios bruscos de TA.
Mantener normocapnia para intentar mitigar cambios en el flujo sanguíneo cerebral. El sangrado habitual es de
alrededor de 300 ml.
En el postoperatorio es necesario valorar la interidad de los nervios craneales que pueden ser lesionados durante la cirugía:
IX (relejo nauseoso),
X (disfonía, movimiento de la úvula
al decir “ahhhh”,
XI (capacidad de elevar el trapecio contra resistencia).
XII también se puede afectar (desviación contralateral de la lengua al protruirla)
Kavakli AS, Ozturk NK. Anesthetic approaches in carotid body tumor surgery. Northern clinics of Istanbul. 2016;3(2):97.
Y puede producir hipertensión arterial un tumor en este órgano?
ResponderEliminarSi, cuando son tumores secretores de catecolaminas, la HTA es una de las manifestaciones
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