CMP 2014

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miércoles, 15 de marzo de 2017

Protocolo de uso de citrato en hemofiltración

Dr. Gonzalo Tamayo
Unidad de Reanimación Hospital Universitario de Cruces

La heparina no fraccionada es el anticoagulante más utilizado en técnicas de sustitución renal por su bajo coste y facilidad de uso. Sin embargo, su efecto sistémico supone un aumento del riesgo de sangrado, especialmente elevado en pacientes críticos con lesiones hemorrágicas o trastornos de la coagulación asociados.

El uso de citrato para la anticoagulación regional de circuitos de depuración extracorpórea ha demostrado prolongar significativamente la vida útil de los filtros, aumentando la eficacia de la técnica, al tiempo que disminuye el riesgo de complicaciones hemorrágicas y la necesidad de transfusión de hemoderivados.

Las principales guías de práctica clínica recomiendan el uso de técnicas de anticoagulación regional con citrato como primera opción si no existe contraindicación.

El citrato es un anión del ácido cítrico capaz de formar complejos estables con cationes divalentes como el calcio y el magnesio. De este modo, el citrato actúa como un agente anticoagulante al quelar el calcio iónico plasmático, cofactor esencial de varias etapas de la cascada de la coagulación.

En un sistema de anticoagulación regional, el citrato se infunde a la entrada del circuito extracorpóreo a un ritmo de perfusión acoplado al flujo de sangre para conseguir una concentración de 3 mmol/L. Las membranas del filtro son permeables al citrato, por lo que un 30-70% de los complejos citrato-calcio se elimina en el efluente. Para restaurar los niveles de calcio iónico y la capacidad de coagulación, se infunde una solución de calcio a la salida del circuito antes de retornar la sangre al paciente.

El uso de esta técnica de anticoagulación regional exige la utilización de un protocolo que asegure el correcto acople de los flujos de sangre y citrato, así como la reposición de calcio; y permita la monitorización estrecha de los niveles sistémicos de calcio y bicarbonato, adaptando la técnica a la capacidad de metabolizar citrato del paciente.

Indicaciones:

1. Pacientes con elevado riesgo hemorrágico (hemorragia cerebral, sangrado activo, trastornos de la coagulación, etc).
2. Pacientes en periodo postoperatorio inmediato.
3. Trombocitopenia inducida por heparina.
4. Coagulación de 2 filtros /24h tras optimizar anticoagulación convencional con heparina.

Contraindicaciones relativas:

1. Insuficiencia hepática severa.
2. Lactoacidosis severa > 80 mg/dl.
3. Terapia intermitente (ratio coste / beneficio desfavorable).


A continuación dejamos los enlaces para descargar el protocolo completo así como una calculadora en formato Excel para el cálculo correcto de los parámetros de hemofiltración y de flujos de citrato




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