Uno de los principales problemas de seguridad de los centros
sanitarios son las infecciones nosocomiales, aquellas contraídas en el hospital
y que no son consecuencia directa de la enfermedad de origen que tiene el
paciente.
Las infecciones asociadas a catéteres constituyen la
principal causa de bacteriemia nosocomial y están relacionadas con una alta
morbi-mortalidad. Las bacteriemias asociadas a catéter venoso central (CVC) incrementan
la mortalidad en un 25% y la estancia hospitalaria en un promedio de 7 días
Bacteriemia relacionada con catéter (BRC): fiebre,
escalofríos y/o hipotensión en un paciente con catéter y al menos un
hemocultivo positivo, sin otro posible
foco de infección
El microorganismo aislado en los hemocultivos es el mismo
que el encontrado en la punta del catéter, en la conexión o en el líquido de
infusión.
El hemocultivo positivo no se relaciona con ningún foco
infeccioso y la clínica desaparece tras la retirada del catéter vascular.
Un hemocultivo positivo extraído del CVC puede deberse
únicamente a colonización del catéter y es necesaria una interpretación clínica
para determinar si existe infección. Existe una buena correlación si la clínica
desaparece a las 24-48 horas tras la retirada del catéter.
La probabilidad de bacteriemia asociada a catéter es mayor si:
- Clínica grave: sepsis o shock séptico
- No evidencia de otro foco
- Signos de probabilidad de asociación al catéter: Hipotensión
al infundir por el catéter, signos de infección en el punto de inserción: pus,
eritema o induración
Antecedentes
En 2007, el Ministerio de Sanidad y Consumo de España, con
el liderazgo de la SEMICYUC y asesorados por el grupo de Quality and Safety
Research Group de la Universidad Johns Hopkins, puso en marcha el proyecto
Bacteriemia Zero de Prevención de Bacteriemias relacionadas con catéteres
venosos centrales en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) españolas.
El proyecto utiliza una estrategia multifactorial basada en la exitosa experiencia llevada a cabo en Michigan por el Dr. Peter Pronovost de
la Universidad Johns Hopkins.
Proyecto de prevención de BRC
Objetivo
Unificar criterios para la correcta inserción, mantenimiento
y retirada del catéter venoso central en el paciente adulto, para prevenir las
posibles complicaciones asociadas y mejorar la seguridad del paciente portador
de CVC.
Metodología
El proceso se inicia mediante interconsulta, que incluye la
indicación del CVC, el recuento de plaquetas y coagulación en analítica
reciente, así como la última administración de heparina u otros fármacos que
alteren la coagulación.
Durante la inserción se cumplimenta un check-list
específico, donde se relaciona el servicio, la localización del CVC y el
cumplimiento del protocolo. Posteriormente, se realiza seguimiento diario del
paciente hasta su retirada, recogiendo datos sobre factores de riesgo,
complicaciones, infecciones y tratamientos.
Estructuramos el proyecto en 4 etapas:
1. Sensibilización de todo el personal implicado mediante
sesiones clínicas y formativas
2. Revisión del protocolo de inserción y mantenimiento del CVC:
Se constituyó un grupo multidisciplinar para la revisión del
protocolo: médicos y enfermeros de los servicios de Anestesia y Reanimación y
de Medicina Preventiva.
3. Selección de un paquete de medidas de prevención de BRC:
- acceso de elección en subclavia
- higiene de manos con
solución antiséptica de base alcohólica
- elementos de máxima
barrera para la inserción
- apósitos estériles
con clorhexidina
- tapones antisépticos
para los conectores
- cobertura estéril
para sonda-cable del ecógrafo
- evaluación diaria de
la necesidad de mantener CVC.
- checklist en el momento de insertar el catéter
4. Evaluación trimestral de su efectividad:
La información necesaria para identificar una infección se
debe recoger de la observación directa del paciente, de la revisión de su
historia clínica (haciendo especial hincapié en los datos clínicos, resultados
analíticos y exploraciones complementarias), las notas de enfermería, el
informe quirúrgico, los resultados de los cultivos realizados y, si es preciso,
la consulta a su médico y/o enfermera responsables.
El médico responsable, tras validar los datos, será el
encargado de elaborar de forma periódica los informes con los resultados, así
como analizar las posibles medidas de mejora a adoptar, y difundirlos a todos
los implicados.
Los indicadores utilizados para la evaluación del proyecto
serán:
- incidencia acumulada y densidad de incidencia de BRC,
- porcentajes de
check-list cumplimentado, de seguimientos completos, de adecuación a protocolo
y de las causas de la inadecuación.
Los proyectos para la prevención de la BRC contribuyen a la reducción
de la variabilidad clínica y a la seguridad del paciente.
Ana Hernández Aceituno
Servicio de Medicina Preventiva
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