CMP 2014

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miércoles, 19 de diciembre de 2018

Manejo perioperatoria de la fibrilación auricular perioperatoria. Nuestro abordaje pragmático


El manejo de la fibrilación auricular (FA) perioperatoria sigue siendo un tema controversial y que genera muchos dolores de cabeza a anestesiólogos y cardiólogos. La evidencia como es de esperar es escasa y la mayoría de guías basan casi todas sus recomendaciones en evidencia de paciente con FA fuera del ámbito perioperatorio, estudios poco potentes y en opinión de expertos.

A continuación tras analizar varios artículos presentamos nuestra aproximación basada en la experiencia y en la evidencia disponible al paciente que presenta FA no conocida previamente durante el perioperatorio:

Factores de riesgo de FA perioperatoria:

Preoperatorios: Edad > 60 años, Dilatación de la AI, Hipertrofia del VI, HTA, DM, obesidad, síndrome metabólico.
Intraoperatorios: Lesión directa, isquemia miocárdica, cambios agudos de la volemia, catéteres venosos centrales, cirugía cardiaca
Postoperatorios: Sobrecarga de volumen, alteraciones iónicas, extrasístoles auriculares, hiperactividad simpática, reacción inflamatoria.


Paciente en consulta de preanestesia con FA no conocida previamente:

Se debe tener en cuenta que el 30% de los pacientes con FA tienen disfunción ventricular izquierda y 30% presentan algún tipo de valvulopatía. Lo ideal es descartar cardiopatía estructural antes de la cirugía. 

El problema surge cuando se debe retrasar una cirugía semiurgente cómo la oncológica hasta obtener una valoración por el cardiólogo.

La anamnesis, la exploración física, el EKG e incluso la radiografía de tórax pueden ser suficientes para tomar una decisión sin consultar a cardiología. En estos pacientes toma primordial importancia la valoración integral del paciente en la consulta.

- Si el paciente tiene una situación funcional buena (NYHA 1 o 2); sin signos de ICC, ni soplos cardiacos importantes, además niega disnea y se encuentra hemodinamicamente estable (RV < 100 LPM y QRS estrecho), el riesgo de que tenga cardiopatía estructural importante es bajo por lo que es posible realizar la cirugía programada sobre todo si es de bajo riesgo (por ejemplo una hernia) y posteriormente derivar a cardiología, si la cirugía es de alto riesgo  pero no diferible (Whipple, cistectomía) habrá que individualizar en cada caso la decisión de valoración cardiológica preoperatoria.

- Si el paciente se encuentra sintomático o tiene signos de disfunción ventricular o valvulopatía importante y/o RVR > 100-110 PM, incluso si la cirugía programada es semiurgente (oncológica) será necesario la valoración cardiológica preoperatoria.

- Si la FA es lenta (< 40 LPM) aunque esté asintomático será necesario implantar marcapasos, al menos transitorio.


Paciente que llega a quirófano y está en FA no conocida previamente:

Cirugía demorable:
- Paciente inestable: cardioversión eléctrica (CVE);
- Estable: lo ideal sería suspender cirugía y valoración por cardiólogo. En caso de no suspender tratar como cirugía no demorable

Cirugía no demorable:
- Inestable: CVE;
- Estable: controlar la frecuencia si > 110 LPM (ver estrategias de control de FC más abajo) e intervenir. Si se realiza anestesia general valorar realizar ETE y cardioversión eléctrica; si anestesia neuroaxial; considerar iniciar anticoagulación en el postoperatorio

FA de primera aparición en el Postoperatorio:

Generalmente se autolimita en las primeras 24 horas, el 90-98% se resuelven en 4-6 semanas.

Incidencia:
Cirugía cardiaca: 20-40% (hasta 50% en bypass coronario + cirugía valvular).
Cirugía torácica: de alto riesgo (lobectomía, neumonectomía gran masa mediastínica) 15%.
Cirugía no cardiotorácica: 0,4-26% (12-19% en cirugía abdominal, 4-8% en reemplazos articulares totales)

Manejo:
1)   Tratamiento de posibles desencadenantes: hipoxemia, alteraciones iónicas (Considerar administrar sulfato de magnesio), arritmogénicos, dolor, sobrecarga de volumen etc…
2)    Tratamiento de la arritmia: control de FC Vs control de ritmo. Actualmente se considera ideal como primer objetivo controlar la frecuencia en vez de controlar el ritmo en pacientes estables, ya que la mayoría revierte espontáneamente.
3)      Descartar complicaciones PO: IAM sepsis, TEP
4)      Considerar anticoagulación: Según CHA2DS2-VASc. En línea general si ≥ 2 anticoagular, siempre y cuando la hemostasia quirúrgica lo permita

Paciente inestable: Cardioversión eléctrica, si >48 horas de duración iniciar anticoagulación. Siempre considerar desencadenantes y tratar.

Paciente estable: (sin sospecha de síndrome de Wolf-Parkinson-White [WPW])

FA < 48 horas: Control de frecuencia, anticoagular si CHA2DS2-VASc ≥ 1; Control de posibles causas desencadenantes, Si no se limita en 24 horas plantear control de ritmo si el paciente tiene alto riesgo de sangrado con anticoagulación o paciente pasa a ser sintomático. Si revierte en las primeras 24 horas considerar anticoagulación si alto riesgo trombótico.

FA > 48 horas: Control de frecuencia y anticoagulación. Si se plantea control de ritmo por inestabilización: Realizar ETE para descartar trombos en la AI. Si los hay anticoagular durante 4 semanas y repetir, si no los hay heparinizar → cardioversión (CV) y tras la CV anticoagulación durante 4 semanas según CHA2DS2-VASc

Control de frecuencia (Objetivo FC < 110 LPM):

FEVI normal o levemente deprimida: Beta Bloqueante (BB) (Metoprolol o esmolol) o antagonistas de calcio (verapamilo y diltiazem)
FEVI < 40% o ICC: dosis muy bajas de BB (esmolol ideal por vida media corta) o amiodarona.
Si no se consigue FC < 110 añadir digoxina a independientemente de la FEVI (solo usar digoxina en combinación con otro fármaco, nunca como único frenador)

Betabloqueantes: Precaución en EPOC y asma. Son fármacos de primera línea
Metoprolol: 2,5-10 mg IV (puede repetirse)
Esmolol: 0,5 mg en bolo intravenoso, durante 1 minuto, seguido de 0,05-0,25 mcg/kg/min

Ca antagonistas: Si hay ICC descompensada/FEVI disminuida no usar
Diltiazem: 15-25 mg en bolo IV, puede repetirse de ser necesario
Verapamilo: 2,5-10 mg IV puede repetirse si es necesario

Amiodarona: es segunda línea por ser considerado fármaco de control de ritmo y no de frecuencia. Cuidado en FA > 48 horas por riesgo de conversión a sinusal y tromboembolismo
300 mg diluidos en 250 ml de SG5% preferiblemente mediante vía central. Luego perfusión de 900 mg para 24 horas.

Digoxina es un buen fármaco para combinarlo con los BB o antagonistas de Ca; pero no como único frenador ya que en estados adrenérgicos aumentados (como los postquirúrgicos) su eficacia es limitada. Usar y mantener con niveles inferiores a 0,9 ng/ml a pesar que el rango terapéuticos sea mayor
Digoxina: 0,5 mg en bolo IV luego 0,75-1,5 mg en dosis dividida en 24 horas. Monitorizar niveles

En el caso de sospecha de síndrome de WPW  se debe evitar todos los fármacos descritos previamente por el riesgo de bloquear el nodo AV y dar preferencia a la vía accesoria desencadenando aumento de la taquicardia e incluso fibrilación ventricular. En estos casos se debe siempre consultar al cardiólogo y el fármaco de elección es:
Procainamida: 10 -15 mg/kg a pasar en 15-30 minutos g (presentación 1 g en 1 vial de 10 ml). Pasar lentamente no más de 1ml/min, contando con un vasoconstrictor a mano por el riesgo de hipotensión. En caso de no tenerla disponible usar amiodarona.

En el paciente crítico crónico (escenario distinto al postoperatorio inmediato de cirugía programada) para control de ritmo  el sulfato de magnesio ha venido ganando popularidad frente a amiodarona, algunos autores sugieren que debería ser primera línea. Argumentan que la depleción de Mg en el paciente crítico ocurre de manera precoz y es poco monitorizada por lo cual es sensato ante la aparición de FA en un paciente crítico como primera línea de tratamiento administrar 1-3 g de MgSO4 y observar respuesta.


Cardioversión (CV) eléctrica: 150 J, Bifásico, al final de la espiración sin PEEP, sincronizado con la Onda R. Si no se consigue aumentar la energía en el segundo intento. Mejor palas o electrodos  en posición anteroposterior si es posible. Cardiovertir a un paciente que no está anticoagulado tiene un riesgo de tromboembolismo del 1-2%.




Frendl G, Sodickson AC, Chung MK, Waldo AL, Gersh BJ, Tisdale JE, Calkins H, Aranki S, Kaneko T, Cassivi S, Smith SC. 2014 AATS guidelines for the prevention and management of perioperative atrial fibrillation and flutter for thoracic surgical procedures. The Journal of thoracic and cardiovascular surgery. 2014 Sep 1;148(3):e153-93.

Arguis MJ, Navarro R, Regueiro A, Arbelo E, Sierra P, Sabaté S, Galán J, Ruiz A, Matute P, Roux C, Gomar C. Manejo perioperatorio de la fibrilación auricular. Revista Española de Anestesiología y Reanimación. 2014 May 1;61(5):262-71.
                                                                                                                                                                              
Liao HR, Poon KS, Chen KB. Atrial fibrillation: An anesthesiologist's perspective. Acta Anaesthesiologica Taiwanica. 2013 Mar 1;51(1):34-6.

Bosch NA, Cimini J, Walkey AJ. Atrial Fibrillation in the ICU. Chest. 2018 Apr 5.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Manejo perioperatorio de dispositivos cardiacos electrónicos implantables (DECI)


Preoperatorio:

Identificar el tipo de dispositivo: Lo ideal sería contar con el informe del cardiólogo con las especificaciones y programación, pero de no ser posible una radiografía de tórax es muy útil.

Marcapasos (MP): Pueden tener uno o dos cables y son los dispositivos más frecuentes.



Clasificación de los marcapasos según el modo de estimulación de:

1. Cámara estimulada
2. Cámara detectada
3. Respuesta a la detección
4. Programabilidad
5. Función antitaquicardia
O
Ninguna
O
Ninguna
O
Ninguna
O
Ninguna
O
Ninguna
A
Aurícula
A
Aurícula
T
Estimula
P
Programable
P
Marcapasos
V
Ventrículo
V
Ventrículo
I
Inhibe
M
Multiprogramable
S
Choque
D
Ambos
D
Ambos
D
estimula e inhibe
C
Telemetría bidireccional
D
Doble (S+P)
R
Frecuencia autovariable


Desfibrilador automático implantable (DAI): Al igual que los MP pueden tener uno o dos cables pero su diferencia principal es la presencia de una bovina en el cable ventricular en la que se almacena la energía para producir la descarga eléctrica de la terapia antiarrítmica. Esta bovina es radiopaca y se identifica fácil en la radiografía



Resincronizador (RCT): Presenta 3 cables y uno de ellos se dirige al seno coronario.



Valorar la dependencia del paciente: En el caso del MP se puede realizar observando un EKG, si la mayoría de los complejos van precedidos de espigas el paciente será dependiente. Si por el contrario ninguno o muy pocos complejos van precedidos de espiga el paciente no es dependiente. Con respecto al DAI y al RCT es más difícil valorarlo sin la interrogación del dispositivo por un cardiólogo por lo que deberemos asumir que el paciente es dependiente si esta valoración no es posible. Algunos pacientes son capaces de percibir cuando el DAI produce una descarga, a estos pacientes se les puede preguntar cuando ha sido la última descarga y con qué frecuencia las ha precisado.

Precisar fecha de la última revisión: Las guías recomiendan la valoración del dispositivo previo a la cirugía en el último año en el caso de MP y en los últimos 6 meses en el caso de DAI.



Intraoperatorio:

La principal causa de interferencia del DECI es el bisturí eléctrico monopolar (el bipolar prácticamente no interfiere). Se debe colocar la placa en la piel del paciente lo más alejado del dispositivo que se pueda y además el dispositivo no debe quedar entre el sitio donde se aplicará el bisturí y esta placa, es decir en la medida de lo posible no debe quedar dentro del circuito eléctrico.

La distancia mínima para evitar la aparición de interferencia son 16 cm entre el bisturí y el generador. Si el bisturí se aplicara a > 16 cm del generador en teoría no es necesario aplicar el imán, si es menor el imán puede ser necesario. El uso de ráfagas cortas (< 5 seg) disminuye el riesgo de interferencia.

El uso del imán en un MP lo reconfigura a modo asincrónico, es decir, hace que el MP vaya a una frecuencia fija (varía dependiendo de la casa comercial y la vida de la batería) ignorando posibles latidos espontáneos del paciente. Por esta razón si el paciente no es dependiente del MP, aun habiendo interferencia lo más probable es que no se requiera el uso del imán. Por el contrario si el paciente es dependiente, el uso del imán en caso de interferencia, es imprescindible. En cirugías por debajo del ombligo no se recomienda el uso del imán de forma rutinaria.

En el caso del DAI/RCT el uso del imán solo desactiva la terapia antitaquicardia y la resincronización respectivamente, pero no suele afectar la función del MP. Al ser estos dispositivos más complejos siempre es recomendable la valoración y reconfiguración de los mismos previo a la cirugía por parte de cardiología.

Si se desactiva la terapia antitaquicardia (por el imán o por cardiología) es necesario contar con un desfibrilador durante el tiempo que esté desactivado preferiblemente con los electrodos colocados en el paciente en posición anteroposterior.

Postoperatorio:

Retirar el imán del MP devuelve el dispositivo a su configuración habitual, y en el caso del DAI y RCT, reactivas sus respectivas terapias.

Sin embargo se recomienda la valoración por cardiología en el caso de DAI/RCT en el postoperatorio antes del alta del paciente de la URPA/REA para confirmar su adecuado funcionamiento antes de que el paciente deje de contar con monitorización estrecha y la presencia de un desfibrilador externo.


En resumen:

Preoperatorio:
- Identificar siempre que sea posible tipo de DECI, programación y dependencia del paciente
- Preferiblemente valoración preoperatoria por equipo del DECI y en su defecto por cardiólogo
Intraoperatorio:
- Contar en quirófano con imán y desfibrilador externo, (almohadillas colocadas en posición AP
- Paciente portador de MP: si es dependiente colocar imán para pasar a asincrónico en cirugía por encima del ombligo o si se observa EMI importante. Si el paciente no es dependiente tener imán cerca.
- Paciente portador de DAI: Colocar imán para desactivar terapia antiarrítmica (ojo: el imán no genera asincronía en los DAI)
Postoperatorio:
- Retirar imán si fue colocado para regresar a la programación normal del dispositivo
- Mantener electrodos en el paciente así como mantener a mano el desfibrilador externo y el imán
- Evaluación por cardiología del dispositivo antes de que el paciente sea dado de alta de REA


Bibliografía:

Gallagher MD, David Hayes MD, Jane EH. Practice advisory for the perioperative management of patients with cardiac implantable electronic devices: pacemakers and implantable cardioverter-defibrillators. Anesthesiology. 2011 Feb;114(2):247.

Poveda-Jaramillo R, Castro-Arias HD, Vallejo-Zarate C, Ramos-Hurtado LF. Manejo perioperatorio de los pacientes con dispositivos cardíacos electrónicos implantables. Revista Española de Anestesiología y Reanimación. 2017 May 1;64(5):286-93.