CMP 2014

CMP 2014

miércoles, 28 de junio de 2017

Manual de infecciones perioperatorias 2º edición



Hace 5 años veía la luz la primera edición de este Manual, cuya idea surgió a raíz de un curso de infecciones para residentes de Anestesia y Reanimación realizado en 2011 en el Hospital de La Princesa.
Este Manual pretendía ser sencillo, divertido y motivador para el lector, con unos cuantos capítulos siguiendo la estructura de los talleres del curso, escritos por las personas que participaron en ellos como profesores, y los casos clínicos que allí se presentaron redactados por los residentes que los expusieron.

Durante estos cinco años ha habido grandes cambios que nos han llevado a retomar con ilusión el proyecto para una segunda edición:
-        la conciencia de la necesidad del abordaje multidisciplinar de la infección perioperatoria
-        el cambio en la aproximación a las mismas con la filosofía stewardship (corresponsabilidad; hacerse cargo de lo que directamente no es responsabilidad propia)
-        la necesidad imperiosa de todo un cambio cultural que implica una mejor gestión del conocimiento en el campo de la infección para todos los médicos participantes en su atención: anestesiólogos, cirujanos, intensivistas, internistas, médicos de urgencias, microbiólogos…

Por ello, aprovechando una nueva reunión para nuestros médicos residentes, surgió de manera natural el proyecto de esta segunda edición. En ella hemos participado más de 200 autores de todos los rincones de España dirigidos por los dos editores “alma máter” de este libro, el Dr. Fernando Ramasco y el Dr. Rafael González. Cada capítulo de este manual está impregnado de su ilusión y su voluntad por cambiar las cosas.
Fernando Ramasco y Rafael González
Hemos intentado incorporar todas las novedades surgidas en estos últimos años, que son muchas, coincidiendo en el tiempo con la aparición de cambios en la definición de la sepsis (Consenso Sepsis-3) así como en su tratamiento (Surviving Sepsis Campaign 2016) sin perder de vista la filosofía del Manual: una finalidad práctica y un espíritu crítico y docente.

Está dirigido, tanto al lector que se considera “novato”, para dotarle de unos conceptos claros y sencillos que le permitan reconocer y tratar a estos pacientes de manera precoz y óptima, como al lector considerado “experto”, incluyendo temas de actualización organización, gestión y reflexión.

El Manual está dividido en dos partes:
-           un apartado teórico en el que se presenta un completo manual de infección perioperatoria que abarca los aspectos anteriormente comentados y que cuenta con la inestimable colaboración de autores que no solo son especialistas en todos y cada uno de los campos que abarcan las enfermedades infecciosas, sino que también son extraordinarios docentes.
En esta parte se han introducido capítulos nuevos que tratan de cómo poder reconocer rápidamente a los pacientes, cómo exprimir las nuevas técnicas de diagnóstico, cómo utilizar conceptos de farmacocinética para hacer un mejor uso de los antibióticos, cómo prepararnos para usar adecuadamente los fármacos de nueva aparición o cómo poner en marcha iniciativas del tipo Código Sepsis.

-       un apartado de casos clínicos, totalmente nuevos para esta edición, que nos acercan a la realidad de nuestras unidades de una manera práctica, sencilla y palpable.

Ya en el primer capítulo, sólo leyendo su título: “Comienza de forma inteligente y luego…enfoca”, el lector puede hacerse una idea de cual es la filosofía en torno a la cual gira este Manual. Las infecciones perioperatorias graves cada vez tienen mayor grado de complejidad por el aumento del paciente pluripatológico, la presencia de gérmenes multirresistentes, nuevos antibióticos, combinaciones de éstos…que hacen imprescindible la aproximación inteligente e individualizada. A lo largo de cada capítulo intentaremos dotar al lector de las herramientas necesarias para saber en qué tipo de pacientes la estrategia “comienza de forma inteligente…” es la más adecuada (pacientes menos graves) y en cuales debemos optar por “golpea rápido y duro”, por su mayor gravedad y el elevado riesgo de muerte.

Y dado que estamos plenamente convencidos de que la optimización en el manejo del paciente séptico se basa en un abordaje multidisciplinar, en este libro contamos con la ayuda de múltiples especialidades: microbiología, análisis clínicos, cirugía general...entre otros, que nos acercan a sus técnicas de diagnóstico y tratamiento de estos pacientes, definiendo nuevas técnicas microbiológicas de diagnóstico rápido con las que obtener la identificación bacteriana en pocos minutos (“Microbiología aplicada: hacia el diagnóstico rápido mediante genómica y proteómica”), la importancia de los patrones de sensibilidad de cada hospital, el interés creciente de los biomarcadores tanto en el diagnóstico como en la estratificación de la gravedad del paciente y su utilidad en el desescalado de la terapia antibiótica (“Marcadores biológicos de infección”), la aplicación e implantación de programas del tipo “Código Sepsis” con el objetivo prioritario del reconocimiento, diagnóstico y tratamiento precoz del paciente séptico (“Aplicación práctica de un código sepsis: Código Sepsis Princesa”), intercalando capítulos con el mayor sentido práctico del manejo diario que nos ayudan a tomar decisiones y reflexionar de forma rápida e inteligente (“¿Qué debo saber para pautar correctamente el tratamiento antibiótico?: lo acertado, lo apropiado, lo adecuado y lo ajustado”, “Enseñanza de la antibioterapia al residente de anestesiología”) así como un sinfín de casos clínicos que nos ponen en un aprieto según avanzamos en su lectura y nos obligan a tomar decisiones como si estuviéramos a pie de cama. No damos más avances; el resto está en tus manos si hemos conseguido entusiasmarte con este pequeño resumen.

Queremos agradecer a todos los autores su participación en cada capítulo con el máximo interés y la mayor entrega de manera desinteresada. Gracias por vuestro tiempo, trabajo e ilusión.


Y por último el mensaje para ti, futuro lector, deseamos que el Manual sea de tu agrado, sea útil en tu práctica diaria y cumpla tus expectativas. Esperamos tu feedback para futuras ediciones.

jueves, 15 de junio de 2017

Anticoagulación en el paciente con enfermedad renal crónica (ERC)

La enfermedad renal crónica (ERC) es una entidad clínica que se asocia a:

1) Hemorragia: anemia, alteración plaquetaria
2) Hipercoagulabilidad: activación del factor tisular, aumento de viscosidad sanguínea, aumento de IL6, anticuerpos antifosfolípido, utilización de eritropoyetina (EPO) y tamoxifeno

Los anticoagulantes antivitamina K (AntiVitK), acenocumarol y warfarina,  incrementan el riesgo de sangrado en pacientes con ERC. Este riesgo va en relación con directa con la disminución de la Tasa de filtrado Glomerular (TFG), además la warfarina se ha asociado a un aumento de calcificación vascular de grandes vasos en pacientes con ERC, y a la progresión de la enfermedad renal.

Todo esto ha conducido a que en la actualidad los nefrólogos tiendan a no anticoagular o a retirar la anticoagulación de los pacientes con ERC + Fibrilación Auricular (FA) que toman AntiVitK debido a que el riesgo de complicaciones (sangrado) supera claramente el beneficio (reducción de eventos trombóticos).

Con respecto a la heparina de bajo peso molecular (HBPM), también se han asociado a riesgo elevado de sangrado incluso monitorizando niveles de anti-Xa, ya que en ERC se acumulan otros metabolitos activos no detectados por esta prueba, especialmente en pacientes con aclaramiento de creatinina (CrCl)  < 30 ml/min. Por otra parte no existe consenso entre las dosis recomendadas en el paciente con ERC, y se han observado casos de trombocitopenia inducida por heparina en esta población. La tinzaparina parece ser la HBPM más segura en lo pacientes con ERC.

Nuevos anticoagulantes orales (NACO) o anticoagulantes orales directos (ACOD):
Su uso en pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente ha aumentado en los últimos años lo que hace que debamos estar muy familiarizados con ellos.

Ofrecen las siguientes ventajas:
- No precisan monitorización,
- Inicio rápido de acción,
- No interaccionan con alimentos,
- Son tan eficaces como los AntiVitK y a la vez parece que producen menor riesgo de hemorragia intracraneal

Desventajas:
La ERC produce un importante efecto en su farmacodinámico y farmacocinético. No se dispone de antídoto, aunque actualmente si existe antídoto para dabigatrán.

Excreción renal de los NACO:
- Dabigatrán (Pradaxa): > 80-85%
- Rivaroxabán (Xarelto): > 36%
- Apixabán (Eliquis): > 25%
- Edoxabán (Lixiana): > 35%

El dabigatrán no se debe utilizar en pacientes con ERC, ya que la acumulación del fármaco aumenta considerablemente el riesgo de sangrado. En paciente nefrópata el NACO más seguro es Apixabán.

En los metaanálisis que concluyen que no hay diferencia en el sangrado de los NACO comparado con antivitamina K hay que destacar que no se incluyeron pacientes con ClCr < 30 ml/min y que los estudios mezclaban los 3 NACO que como ya sabemos tienen excreciones renales diferentes.

La FDA contraindica Dabigatrán y Rivaroxabán con CrCl < 15 ml/min, mientras la agencia reguladora Canadiense es más conservadora y los contraindica con CrCl < 30 ml/min.

La experiencia con el uso de los NACO ha demostrado:
1) La incidencia de eventos hemorrágicos es mayor de lo esperado, sobre todo en poblaciones de riesgo como son los ancianos, los pacientes con ERC y pacientes en hemodiálisis (HD), en quienes las dosis parecen estar sobrestimadas.

2) Dabigatrán es un fármaco nefrotóxico: produciendo daño endotelial y obstrucción tubular por hematíes. Por esto se recomienda actualmente la monitorización renal de pacientes con dabigatrán:
- Antes de preescribirlo
- Cada 6 meses si el CrCl < 45 ml/min
- Al mes del cambio de cualquier dosis.

La tendencia actual en nefrología es a no anticoagular a pacientes en HD con FA, o a hacerlo solo en pacientes con alto riesgo de trombosis como aquellos con ictus previo.

¿Que hacemos con la terapia puente perioperatoria?
La evidencia actual sugiere que en pacientes anticoagulados por FA que van a ser intervenidos, la terapia puente con HBPM se asocia a mayor riesgo de hemorragia perioperatoria sin que haya diferencia en la aparición de fenómenos trombóticos. Por lo cual la recomendación va dirigida a suspender la anticoagulación de estos enfermos previo a la cirugía y reanudar una vez que el riesgo hemorrágico postoperatorio haya disminuido, sin realizar terapia puente con HBPM.

Conclusiones:

- No hay evidencia de mejor evolución en la prevención del ACV, en el tratamiento de la FA en pacientes con ERC y HD con el tratamiento con warfarina, pero si la hay de mayor riesgo de sangrado y de empeoramiento de la nefropatía.

- En el paciente con ERC las HBPM no se pueden monitorizar de manera confiable con Anti-Xa ya que se acumulan otros metabolitos activos no detectados con esta prueba.

- Alerta en el uso de los nuevos anticoagulantes en pacientes con ERC. Se debe monitorizar la función renal con su uso (antes y durante), por el riesgo de empeoramiento de la nefropatía. El dabigatrán no se debe usar en pacientes con ERC, Apixabán es la mejor opción en esta población.

- Se puede suspender la anticoagulación previo a la cirugía en pacientes con FA (no valvular) y no iniciar terapia puente sin aumento de fenómenos trombóticos.


Descarga artículo recomendado: Perioperative Bridging Anticoagulation in Patients with Atrial Fibrillation NEJM 2015

viernes, 9 de junio de 2017

Delirio postoperatorio

El delirio postoperatorio (DPO) se define como:

Alteración del estado mental aguda y fluctuante, con alteración de la conciencia, acompañado de disfunción cognitiva y/o de la percepción, con disminución en la capacidad de mantener la atención. Ocurre desde el quirófano hasta 5 días tras la cirugía.

La incidencia se estima entre el 11-40 % de los pacientes postoperados dependiendo de los estudios. Si se usa la escala CAM (ver más adelante) para el diagnóstico, la incidencia es del 28%. Parece que no hay diferencia en la aparición del delirio según el tipo de anestesia utilizada (general Vs regional). Con respecto al tipo de cirugía es más frecuente en cirugía de aorta, cardiotorácica y de cadera.

Fisiopatología:

La etiología es multifactorial, entre los factores involucrados se encuentran:
- Neurotransmisores: Se considera que la alteración de los neurotransmisores es la causa más importante, siendo de estos el déficit colinérgico y el aumento de la actividad dopaminérgica los más relevantes
- Inflamación: Citoquinas proinflamatorias
- Estrés crónico: Enfermedad previa,. trauma
Otros mecanismos: Lesiones isquémicas cerebrales, hipercoagulabilidad...



Tipos de delirio:

El delirio se clasifica según:
- Momento de la aparición: en emergente (inmediatamente tras el despertar anestésico) y en delirio postoperatorio con intervalo
- Actividad psicomotriz: hipoactivo, hiperactivo y mixto.

Factores de riesgo que más influyen en la aparición del DPO:

- Preoperatorios: 
   * Trastornos relacionados con el abuso o abstinencia del alcohol
  * Paciente anciano: deterioro cognitivo, malnutrición, déficit sensorial (visual, auditivo), fragilidad
- Intraoperatorio:
   * Cirugía prolongada
   * Mal control del dolor
   * Cirugía urgente
   * Profundidad excesiva de la hipnosis
- Farmacológicos:
*Fármacos anticolinérgicos: atropina, ipatropio, antipsicóticos como la clozapina, antiparkinsonianos, antihistamínicos H1 (los anti H2 como ranitidina tienen un efecto anticolinérgico leve)
 * Benzodiacepinas (BZD)
 * Propofol (al compararlo con desflurano)
 * Ketamina
 * Tiopental
 * Opioides: Meperidina y morfina (su metabolito Morfina 3 glucorónido) sobre todo en pacientes con fracaso renal. El fentanilo cuando se compara con remifentanilo aumenta el riesgo de de DPO.

Es interesante destacar que en cirugía de cadera la técnica anestésica utilizada (general Vs neuroaxial) no parece influir en la aparición de delirio.

Diagnóstico:

Las Guías Europeas de 2017 recomiendan:
1) Screening de DPO en todos los pacientes, empezando a su llegada a REA, y en cada cambio de turno durante los primeros 5 días postoperatorios
2) Emplear escalas validadas en el postoperatorio que posean buena sensibilidad:
 a) Para el delirio emergente: Escala RASS
 b) Para el delirio en REA: CAM-ICU




Prevención:

Es principalmente no farmacológica, debido a que ningún fármaco ha demostrado clara efectividad para prevenir la aparición. Actualmente la dexmedetomidina tiene algo de evidencia en la prevención de delirio tras cirugía cardiaca y vascular.

- Preoperatorio: 
  * Detectar factores de riesgo predisponentes y precipitantes de DPO y clasificar a los pacientes en bajo o alto riesgo. El problema es que esta clasificación (bajo o alto riesgo) depende del criterio de cada clínico, es decir es totalmente subjetiva.
  * Adecuada monitorización de la función cognitiva con herramientas/escalas validadas
  * Evitar en todos los pacientes:
     . Premedicación con BZD salvo ansiedad importante
     . Fármacos con efectos anticolinérgicos
     . Tiempo prologado de ayunas a líquidos (máx 2 horas para líquidos claros)
  * En pacientes de alto riesgo:
     . Considerar el uso de alfa 2 agonistas
     . Mantener el ciclo sueño-vigilia
- Intraoperatorio:
  * Monitorizar la profundidad de la hipnosis (BIS/Entropía)
  * Evitar BZD
  * Control del dolor
  * Implementar protocolos de cirugía Fast-Track
- Postoperatorio:
  * Uso de escalas de detección de delirio (CAM-ICU)
  * Control adecuado de dolor procurando "ahorrar opioides"
  * Orientación del pacientes y estimulación cognitiva
  * Movilización precoz
  * Nutrición precoz

Tratamiento:

Si DPO establecido, determinar causa o causas de DPO e intentar corregirlas si es posible:
Acrónimo “I WATCH DEATH”:

Infección,
Withdrawal (Alcohol, opiodes, BDZs..)
Acute metabolic disorder (Alteración renal, electrolitos..)
Trauma (Trauma quirúrgico)
CNS pathology (Ictus, hipoperfusión, etc)
Hipoxia (Anemia, ICC, insuficiencia respiratoria)
Deficiencies (Vitamina B12, fólico, tiamina)
Endocrinepathologies(glucosa, T3/T4)
Acute vascular (Hipo/Hipertensión)
Toxins (Anestésicos, fármacos anticolinérgicos)
Heavy metals (Causa poco frecuente)

Farmacológico:
Para evitar derivación de sueño, considerar:
- Trazodona 25 mg al acostar
- Quetiapina 12.5-25 mg al acostar si agitación o delirium.

Fármaco
Dosis
Haloperidol
0.25-1 mg vo/im/iv, repetir cada 30-60 min. Máx 3.5 mg/24 h, para minimizar EA
Risperidona
0.25-0.5 mg vo cada 30-60 min, si necesario.
Quetiapina
12.5-50 mg vo cada 30-60 min, si necesario. Dosis máx 175 mg/24 h.
Olanzapina
2.5-5 mg vo/sl/im cada 30-60 min, si necesario.










DPO relacionado con alcohol
Administrar tiamina si sospecha de Síndrome de Wernicke.
BZD son los fármacos de primera línea.
Neurolépticos (tiaprida): indicado en casos de agitación que no cede con BZD u otros fármacos. Nunca se debe emplear sin haber tratado antes con BZD ya que disminuye el umbral convulsivo.

Pronóstico:

Lo más frecuente es observar recuperación completa
Sin embargo la aparición de DPO se asocia a:
 - Deterioro cognitivo a corto y largo plazo (> 1 año) o incluso permanente (aumento de la incidencia de demencia en los próximos 5 años asociada a cirugía de cadera)
 - Mayor mortalidad postoperatoria sobre todo en cirugía cardiaca y de cadera
 - Mayor incidencias de complicaciones postoperatorias no cognitivas, mayor estancia hospitalaria
 - Mayor tasa de institucionalización

Descargar diapositivas

jueves, 1 de junio de 2017

Protocolo petición de radiografía de tórax preoperatoria

Los  procedimientos de diagnóstico por imagen con radiaciones ionizantes  constituyen una de las fuentes más importantes de exposición para la población general. En los últimos años la dosis de radiación que recibe la población se ha incrementado de forma significativa, no solo por la aparición de nuevas técnicas de alta dosis, sino también  por el incremento en el número de procedimientos que se practican.

En nuestro hospital en el año 2013 se llevaron a cabo aproximadamente un total de 49.000 radiografías de tórax tanto urgentes como de forma programada. En el servicio de radiodiagnóstico se realizan diariamente unas 100 radiografías de tórax ambulantes. De ellas entre un 25 y un 30% corresponden a estudios solicitados para valoración preoperatoria. La valoración habitual prequirúrgica, de forma clásica, incluye un análisis sanguíneo elemental, un electrocardiograma y una radiografía de tórax.

En diciembre de 2014, el Ministerio de Sanidad en colaboración del IACS y GuíaSalud promovieron, en las diferentes Sociedades Científicas de cada una de las especialidades médicas, la elaboración de recomendaciones sobre intervenciones o actividades clínicas que basadas en la evidencia científica no hayan demostrado eficacia clínica, solo generen consumo de recursos o incluso sean perjudiciales para los pacientes. La Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), entre otras, han publicado guías denominadas “No hacer”. En ellas se detallan una serie de procedimientos  que no es necesario llevar a cabo de forma sistemática. Uno de ellos es la radiografía de tórax preoperatoria.


Este protocolo, redactado en conjunto por los servicios de Anestesia, Radiología y Protección radiológica, tiene como objetivo: establecer los criterios de indicación para la radiografía de tórax preoperatoria, de forma que se haga homogénea esta práctica en nuestro hospital. 


Se solicitará Radiografía de tórax preoperatoria a los pacientes de la siguiente forma:


Cirugía
Grado 1
Grado 2
Grado 3
Grado 4
Paciente asintomático (cardiaco y respiratorio)
No
No
No
Si
Paciente sintomático o con tratamiento (cardiaco o respiratorio) y sin Rx de tórax en el último año
Si
Si
Paciente mayor de 60 años
No
Si


El siguiente cuadro muestra ejemplos de cirugía según el nivel de complejidad:


Grado 1
Grado 2
Grado 3
Grado 4
Cirugía Cardiaca
-
-
-
Sustitución valvular, Bypass coronario…
Cirugía General
Exéresis de lipoma, adenopatía, fibroadenoma, quiste pilonidal…
Herniorrafia, eventración, apendicectomía, tiroidectomía, colecistectomía, mastectomía,…
Cirugía resección colo-intestinal, quiste hidatídico, gastrectomía, esplenectomía…
Gran cirugía neoplásica: pancreática, esofágica, hepatectomía…
Cirugía Maxilofacial
Cirugía de la piel de la cara (Ca. basocelular...), extracción de cordales...
-
Exéresis neoplásicas…
-
Cirugía Ortopédica y Traumatológica
Túnel carpiano, Dupuytren, dedo en resorte, hallux valgus, reconstrucción de partes blandas (tendón…)…
Artroscopia, cirugía de hombro, osteosíntesis (excepto fémur), plastia de ligamentos…
Prótesis de cadera, prótesis de rodilla, osteosíntesis de fémur, artrodesis de columna…
Recambio de prótesis…
Cirugía Torácica
-
-
Resección pulmonar, video toracoscopia, mediastinoscopia...

Neumonectomía,…

Cirugía Vascular
Amputación de dedos, varices (técnica CHIVA)…
Varices con safenectomía, amputación de extremidad, embolectomía…

Cirugía carotídea, cirugía arterial reconstructiva…

Cirugía aórtica…
Dermatología
Cirugía de la piel (Ca. basocelular...),
Melanoma, ganglio centinela…
-
-
Neurocirugía
-
Discectomía,  laminectomía, derivación ventrículo peritoneal…
Artrodesis de columna…

Cirugía intracraneal, tumoral del raquis…
Oftalmología
Cataratas, corrección del estrabismo, glaucoma, dacriocistectomía…

desprendimiento de retina, evisceración ocular
-
-
Otorrinolaringología
Timpanoplastia, drenaje timpánico…
Adeno-amigdalectomía, rinoseptoplastia, CENS, microcirugía laríngea, traqueotomía…
Cirugía neoplásica, uvulopalatoplastia…
-
Urología
Orquidopexia, fimosis, vasectomía, biopsia de próstata, hidrocele, varicocele…

RTU, ureterorenoscopia…
Adenomectomía prostática, prostatectomía radical, nefrectomía….
Cistectomía radical…