CMP 2014

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domingo, 2 de febrero de 2014

Taller:

Arte y ciencia: la anestesia y el manejo perioperatorio en el paciente anciano de riesgo elevado y polimedicado

             El anciano ha recorrido un largo camino pero generalmente tiene un proyecto que imprime sentido a su vida. La primera regla para que las cosas vayan bien es “luchar por mejorar la calidad de vida del anciano proporcionando los medios que necesite y estén a nuestro alcance”. Se debe huir de la actitud pasiva de “no vale la pena” o “posiblemente ya no lo disfrute”, porque dicha actitud es el primer paso para que las cosas vayan mal.

            Anestesiar al anciano no es un problema, es un reto, y, una oportunidad de poner en práctica todo lo aprendido. Se necesita tener conocimientos, empatía, respeto a la vida y a la muerte  y auto-motivación para crear un plan anestésico que permita hacer fácil lo difícil, poniendo todo el empeño en lo que se hace.
           Respecto a la prevención cuaternaria en torno a la anestesia en el anciano, se debe contextualizar el riesgo debido a la fragilidad, la comorbilidad, la complejidad de la cirugía y anestesia, y decidir los cuidados perioperatorios  que debemos proporcionar, para así evitar las complicaciones y contribuir a disminuir el gasto publico.

            El anciano solo debe ir al quirófano si va a ganar calidad y cantidad de vida; se debe balancear el beneficio frente al riesgo de la cirugía, estimando el riesgo dependiente del paciente, de la agresividad quirúrgica y de los cuidados que podemos proporcionar.
            La revisión de indicadores perioperatorios destacan los siguientes aspectos de mejora:
1-      Identificar y prevenir los factores de riesgo de presentar complicaciones:
a.       la agresividad quirúrgica:
 i.      siempre que sea posible se debe realizar la cirugía percutánea, endoscópica o endovascular en lugar de la cirugía abierta
b.      el mal estado funcional del paciente:
i. la fragilidad (disminuye la reserva fisiológica, y predispone a complicacionesante el estrés quirúrgico; se identifica por: perdida de peso, agotamiento, fuerza de prensión débil, velocidad de la marcha muy lenta, y baja actividad física).
 ii. la falta de independencia para las actividades de la vida diaria,
 iii. la falta de movilidad (< 4 METS),
 iv. la desnutrición (perdida reciente de peso o hipoalbuminemia),
v. el nº de comorbilidades graves (cardio-pulmonares, demencia, enfermedad renal y anemia),
 vi. clase ASA IV,
vii.  polifarmacia y
viii. riesgo alto de isquemia o de enfermedad tromboembólica.
c.       del plan anestésico y de los cuidados perioperatorios
2-      La cirugía urgente por fractura de cadera, laparotomía o disección de aneurisma de aorta en el anciano, multiplican de 2 a 4 veces la mortalidad  asociada a la cirugía electiva. Son cirugías de alto riesgo en pacientes frágiles, cuya evolución postoperatoria podría mejorar aumentando los cuidados intra y perioperatorios. 
3-      La demora quirúrgica en la fractura de cadera, aumenta las complicaciones, sin que se haya demostrado que demorar la cirugía para tratar las enfermedades descompensadas, aumente la supervivencia y el número de pacientes que retornan al nivel de independencia previo. Por eso se recomienda que simultáneamente se traten las enfermedades y se fije la fractura, utilizando el plan anestésico y quirúrgico más adaptado a la situación  y,  con los cuidados perioperatorios que se necesiten, en lugar de tratarlos consecutivamente.
4-      Se debe protocolizar si mantener, suspender o sustituir los fármacos cardiovasculares, los antiagregantes y los anticoagulantes, tras valorar los riesgos del paciente y de la anestesia y cirugía, para disminuir los episodios de hipotensión, bradicardia, edema, delirio, hemorragia y trombosis.
5-      Para disminuir la tasa de delirio postoperatorio se deben monitorizar el BIS y la Saturación cerebral de oxígeno y, evitar: los opioides (la petidina), las benzodiacepinas, las dihidropiridinas, y los antagonistas de la histamina; en caso necesario, el fármaco sedante más seguro es la dexmedetomidina.   
6-      La anestesia regional parece tener menor repercusión cognitiva e interacciones que la anestesia general, y ambas se deben administrar junto a una analgesia multimodal, que incluya bloqueos de nervio periférico y evite el tramadol.
7-      Las fracturas, y la cirugía provocan hemorragia, hipovolemia, y anemia y sus complicaciones, para evitarlas se debe:
a.Pronosticar el riesgo cardio-renal: determinando el NT proBNP
b.Anticiparnos a la anemia con precursores hematínicos y eritropoyetina,
c. Prevenir la hemorragia con ácido tranexámico
d.Monitorizar la hemorragia y sus consecuencias (Saturación cerebral de oxígeno, confusión, isquemia cardiaca, oliguria)  
e.Reponer la volemia, y la oxigenación tisular con oxigenoterapia, fluidoterapia por objetivos.
f.Transfundir concentrados de hematíes, plaquetas y/o derivados plasmáticos por objetivos
8-      Entre los factores que pueden disminuir el riesgo de complicaciones perioperatorias destacan:
a. Disminuir la fragilidad con entrenamiento físico y nutrición,
b. Favorecer la técnica quirúrgica menos invasiva
c. Proporcionar el tipo de anestesia, cuidados anestésicos y analgesia multimodal que más favorezcan a la fisiología del anciano
d. Monitorizar para proporcionar una terapia por objetivos
                           i. Mantener la presión arterial media por encima de 60-65 mmHg,
                              ii. Mantener el BIS ≥ 60 con anestesia general y,  ≥ 80 con sedación
                                 iii. Mantener la saturación cerebral de oxígeno al menos  ≥ 50%  y no ≤ de un 20% de la basal
e. intensificar los cuidados perioperatorios y
f. la rehabilitación postoperatoria.
            La satisfacción del anciano y del anestesiólogo, va a depender de la distancia entre las expectativas que se espera lograr con la cirugía y anestesia, frente a las que se logran. El verdadero reto es evaluar las necesidades y, distribuir los recursos proporcionando más cuidados perioperatorios a quien más los necesita, sin aumentar los costes, ni desmotivar a los profesionales.

No declaro conflicto de intereses

Bibliografía:

1-Griffiths et al. Guidelines: Peri-operative care of the elderly 2014. Association of Anaesthetists of great Britain and Ireland. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1): 81-98
2- Keays RT. The ageing patient- sans everything? Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1): 3-7
3-Partridge J S L. The impact of preoperative comprehensive geriatric assessment on postoperative outcomes in older patients undergoing scheduled surgery: a systematic review. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):8-16
4-Preoperative comorbidity and postoperative survival in the elderly: beyond one lunar orbit. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):17-25
5-Hubbard RE. Patient frailty: the elephant in the operating room. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):26-34
6- Strom C. Should general anaesthesia be avoided in the elderly? Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):35-44
7-White SM. Ethical and legal aspects of anaesthesia for the elderly. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):45-53
8-Schofield PA. The assessment and management of perioperative pain in older adults. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):54-60
9- Peden CJ et al. National research strategies: what outcomes are important in peri-operative elderly care? Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):61-69
10-Stoneman M et al. Emergency surgery: the big three: abdominal aortic aneurism, laparotomy and hip fracture. Anaesthesia 2014; 69 (Suppl 1):70-80

Entrada realizada por: Mº Concepción Cassinello Ogea

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